Por: Cinthia Spencer
Los cables de las embajadas de EE.UU. alrededor del mundo, los que ha recibido el nombre de "la mayor filtración de documentos de la historia" en la red, en el sitio WikiLeaks es una situación embarazosa para los Estados Unidos, no sólo por como se filtró la información desde sus sofisticados sistemas en un CD de Lady Gaga (¿vergonzoso no?), también porque se dio a conocer su lado más curioso y sus acciones en las embajadas del los distintos países del globo.
Dentro de las revelaciones se encuentran cuestiones de estado, pero lo más importante o, lo más peligroso ha sido la revelación de su enorme curiosidad por el resto de nosotros.
Ya que no existe un programa de farándula política en inglés donde que se muestre las acciones, vida y costumbres de los máximos jefes de estado, militares etc., del mundo, que mejor que enviar a sus propios reporteros a cada rincón del planeta para tener la primicia y así estar enterados de la farándula terráquea, aunque sus reporteros fuesen un tanto subjetivos y emitiesen juicio como cual opinólogo sobre sus reporteados.
Verdaderamente los cables publicados parecen haber salido desde una revista de farándula, por lo menos así sabrían como tratar con los países del orbe y donde quedó expuesta la visión que tienen sobre el resto del mundo, nos miran como a bichos raros y también con recelo.
Con esta difusión de datos los mandatarios de los distintos países han quedado con cierta desconfianza de su país amigo, dueño de la información, además la prensa ha puesto más énfasis en el tema, dentro de lo que he tenido la oportunidad de leer en los distintos titulares de diarios de países los aludidos vía internet, uno de los que mas me llamó la atención decía mas o menos "EE.UU. nos espía desde hace 44 años".
La curiosidad humana es una caja de pandora, es incontrolable para algunas personas, otras la controlan y otras tenemos muy poca en el ámbito de la farándula, pero estos cables, hasta que punto eran una simple curiosidad estadounidense.
