3/9/09

El Texto Informativo

TEXTOS INFORMATIVOS
Cuando el hablante o emisor pretende informar objetivamente de algún aspecto de la realidad y se centra en la transmisión de conocimiento sobre objetos o situaciones, crea un texto informativo.
La noticia, el reportaje, el artículo de una enciclopedia, la biografía, la monografía científica, etc., son textos de esta clase. Su función es informar, a quien lee o escucha, sobre diversos temas. Por esta razón, el autor de un texto informativo debe ser capaz de dar explicaciones claras y precisas; disponer los contenidos en forma lógica y coherente, para que así los receptores entiendan el por qué y el cómo de la información. En este sentido, es fundamental que el emisor o autor considere tanto las características del tema a tratar como el público al cual se dirigirá su texto. Al mismo tiempo, y de un modo coherente y cohesionado, debe –para distribuir la información entregada- presentar la siguiente estructura organizativa: breve introducción, desarrollo relativamente largo y breve conclusión.
Características del texto informativo
 Intencionalidad comunicativa: Divulgación de información.
 Características del estilo: Mensaje que admite un solo significado (monosémico) y que sólo significa lo que dicen sus palabras (denotativo). Se evitan las apreciaciones afectivas, emotivas, estéticas.
Actitud narrativa o registro del discurso: Objetivo.
Función del lenguaje que predomina: Referencial.
Estructura organizativa: Introducción - desarrollo - conclusión (de lo general a lo particular).
Introducción: Presenta brevemente el tema que se va a tratar a lo largo del texto.
Desarrollo: segmento más largo del texto informativo. En él se explican en forma detallada las características, origen y circunstancias relativas al tema presentado por la introducción.
Conclusión: Cierra brevemente la presentación del tema. Puede corresponder a una síntesis de lo expuesto, una reflexión final, entre otras posibilidades.
Propiedades que deben estar presentes: Coherencia (lógica y consecuencia con lo planteado) y cohesión (correcta relación entre las palabras).
Textos coherentes: son aquellos que poseen unidad temática, pues desarrollan los temas en forma clara y precisa, además de que no cometen errores de contradicción ni se desvían de la idea principal.
Textos cohesivos: son textos que utilizan los recursos del lenguaje (conectores, "y", "que", "pero", etc. y correferencia, "este", "aquel", etc.) para lograr que las palabras utilizadas se relacionen, conformando una estructura ordenada y unitaria.
Datos para escribir un texto informativo
Estructuración: el texto parte con una introducción, amplía los contenidos en el desarrollo y se cierra con una conclusión.
Coherencia: desarrolla un solo tema, presentado por medio de una idea principal y varias ideas secundarias de menor jerarquía.
Pertinencia: no presenta ideas que no se relacionen directamente con la idea principal.
Corrección: no comete faltas de ortografía (acentual, puntual y literal).
Concisión: Entrega la información de manera precisa y evita la utilización de adjetivos innecesarios.
Elegancia: escoge cuidadosamente las palabras que utiliza, para no caer en el uso de "frases hechas", exageraciones y lugares comunes.
Etapas para la producción de textos escritos
1. Antes de escribir:
• Determinar:
- El objetivo de la redacción: informar, entretener, persuadir, enseñar, etc.
- El tipo de texto que se escribirá: informativo, literario, persuasivo, normativo, etc.
- Los lectores a quienes está dirigido: adultos, niños, jóvenes, autoridades, etc.
- El tipo de lenguaje que se utilizará: coloquial, formal, jergal, etc.
- El tema que engloba el texto.
• Hacer un punteo previo de las ideas que se van a tratar
• Seleccionar, jerarquizar y organizar las ideas. Para ello puede recurrirse a un esquema u organizador gráfico que permita ordenar la información.
2. Durante la redacción:
• Redactar el escrito en forma de borrador, fijándose especialmente en la estructura que debe tener el tipo de texto escogido.
• Revisar el borrador considerando los siguientes aspectos: el vocabulario (que no se repitan innecesariamente las palabras y que el tipo de lenguaje sea el adecuado para el público), la ortografía (acentual, literal y puntual), la concordancia y la estructura del texto (que sea clara y coherente).
• Enseñar el texto a otra persona para que lo lea y dé su opinión.
3. Después de la escritura:
• Luego de la revisión, seleccionar la manera en que se va a presentar el texto. Esta debe ser clara y ordenada.
• Considerar aspectos como: el tipo de letra, dibujos o gráficos que se deseen incluir para hacer el texto más atractivo, etc.
• Evaluar la opinión de otros sobre el texto, para mejorar aquello que resultó débil y mantener aquello evaluado positivamente.
• Leer el texto por última vez, con un espíritu crítico.

2/9/09

Los Medios masivos de comunicación.

La era de las comunicaciones

¿Qué sería del mundo de hoy si no existiesen medios de difusión y comunicación masivos? ¿Cómo nos mantendríamos informados? ¿Cómo sabríamos de la existencia de las diferentes culturas, de los distintos países? ¿De qué modo nos enteraríamos de hechos e ideas de interés público? ¿Cómo tendríamos una noción e imagen de lo que pasa en el mundo? Probablemente, si no contásemos con los medios de comunicación de masas, viviríamos rodeados de una gran incertidumbre y desconocimiento. Porque es a través de estos que los seres humanos tenemos innumerables opciones para acceder al mundo. Gracias a ellos podemos ser testigos directos de lo que pasa en todo el mundo; ellos nos proveen constantemente de información y, con una rapidez increíble, divulgan acontecimientos próximos y remotos. Además, llevan a cabo un servicio de difusión cultural de gran importancia.

En los tiempos que corren, los medios de comunicación de masas han logrado expandirse hasta un punto en que influyen en cada uno de nosotros, lo que parece constituir un signo de nuestras sociedades modernas.
Han penetrado en la mayoría de los hogares y, cada vez más, se han incorporado en la vida cotidiana y se han ido afianzando en todos los ámbitos: políticos, culturales, sociales,   educacionales, etc. Las sorpresas deparadas por la tecnología han llevado a muchos pensadores a sostener que vivimos en la era de las comunicaciones, pues, de uno u otro modo, a todos nos afectan los grandes y revolucionarios cambios que han tenido lugar en las comunicaciones.

Pero, ¿qué son y qué finalidad persiguen estos medios que prestan innumerables servicios a la comunidad?
Los medios de comunicación de masas son vehículos de difusión necesarios e imprescindibles para el progreso cultural y social de los pueblos; son instrumentos capaces de transmitir, desde un punto determinado de emisión, gran cantidad de información para muchas personas, situadas a distancia y separadas entre sí. En otras palabras, los medios masivos de comunicación son instrumentos capaces de informar con prontitud sobre hechos e ideas de interés público a destinatarios remotos y heterogéneos; acercan a personas que viven en sectores separados y proporcionan compañía y entretención. Para ello, se valen de diversos códigos comunicativos: lingüístico (modalidad oral o escrita), audiovisual, etc.

Prensa, radio, televisión y la red internet son algunos de los medios de comunicación más importantes. A través de ellos recibimos información de todo tipo, tenemos constancia inmediata e, incluso, simultánea de sucesos y eventos ocurridos en cualquier parte del mundo; se nos muestran avances técnicos y científicos, se ofrecen noticias, documentos de arte, música, cine, deportes, juegos y todo tipo de opiniones. Y es que cualquier actividad humana que despierte la curiosidad de hombres y mujeres recibe algún tratamiento en estos medios.
¿Cuáles son las funciones de los medios masivos de comunicación?
La función primordial que socialmente tienen encomendada los medios es la de informar. Los medios masivos de comunicación son productores de información y, en este sentido, persiguen las siguientes finalidades:

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