Por Francisco López
La acción de la parvularia del jardín infantil Mandarino que olvidó a un niño en su auto, a juicio de muchos, es una irresponsabilidad muy grande. En mi opinión, ella, si bien no lo hizo con la intención, debe asumir ante su responsabilidad de los hechos, quizás no con una pena tan alta, pero para que no vuelva a ocurrir algo semejante, se debe sancionar; su despreocupación ante el niño no debió haber ocurrido jamás. La vida del niño debe ser protegida; para eso, además de educarlos, están parvularias y profesores, los que deben velar por los menores.
Por lo que sí debería ser juzgada esta mujer y el jardín, es el transporte "pirata" de los niños ya que no se encontraban acreditados; si se hubiera advertido a autoridades de esta situación no hubiera ocurrido nada que lamentar; la responsabilidad recae principalmente sobre los padres que autorizan esto. Sin embargo, la palvularia deberá responder ante la justicia por su "olvido".
